Nuestra gastronomía en Venezuela como en muchos países del mundo a tenido un intercambio cultural unos con otros donde se han aportado costumbres, tradiciones, eclesiastias, comercio, y gastronomía, el intercambio gastronomito en nuestro país como en muchos de los que nos rodean comenzaron una drástica transformación desde los tiempos de la conquista; donde se vio involucrado el conquistado y el conquistador, uno por su parte tratando de recrear esos sabores del viejo continente mientras que el otro ofrecía lo poco que tenia y asimilando nuevos hábitos alimenticios.
En el momento donde comenzó ese choque cultural hubo mucha repugnancia hacia los hábitos indígenas lo que llevo a un caos de hambre en principios de la conquista, se vieron innumerables casos de coprofagía inaceptables para cualquiera que tuviese cordura con el tiempo y pasar los años, nuestra gastronomía cada vez vio llegar mas productos nuevos a un costo altísimo que pocos podían pagar.
Con las mejoras de la comunicación de un país con otro y con el nuestro llegaron también nuevos habitantes, capitalistas y esclavos, incluso también animales; con ellos cada ves más ingredientes y tradiciones que nos hicieron re-escribir hasta las manera de hacer nuestros bollitos de maíz.
Ya en el siglo XVII poblada nuestra provincia comenzamos a ver las recetas que producto de una mezcla y adopción de costumbres comenzamos a hacernos Venezolanos por el echo de comer bollitos rellenos, casabe, cultivar cacao, trabajar el papelón y sus derivados, la creación de tortas, sopas, pastelitos que aun hoy buscamos afanadamente por cocinarlos nuevamente con la ayuda de un mito, la sabiduría de la abuela y una receta amarillenta que la olvida el tiempo pero todo esto es para saber de porque somos lo que somos y porque somos lo que fuimos.
Con el pasar de los años y la llegada de cada ves mas extranjeros y costumbres al país muchos de nosotros siempre guiados por la cautividad cultural comenzaron a querer lo ajeno y olvidar lo nuestro; por eso hoy en día amamos tanto el disfrutar del comer… el problema es de que olvidamos lo que comíamos inclinados con la ayuda de un presidente por querer recrear en Venezuela una pequeña Francia, otro una Italia y uno ayudando construirnos la península ibérica. Gracias a esto hoy nuestro horizonte gastronómico se ve repleto de platos que todos preparan pero que no saben comer.
Con el pasar de las décadas asimilamos perfectamente esas ruines franquicias De hamburguesas y papas fritas, restaurantes de comidas asiáticas que ni el nombre entendemos, paellas condimentadas de ego y pastas, risottos que todos con afán hacen.
Si miramos hacia atrás de toda esa mezcla que nos hizo comer sopas que imitan una hallaca, muchachos que se robaron el sabor de los ingenios (trapiches) y esos panes tan sencillos pero nuestros que tienen yuca y el otro tomo prestado el maíz entonces…
¿Qué nos quedo?
Nos toco Buscar los mitos, la ayuda de la abuela, y la hoja ya marrón para adular tener gastronomía “saludable “
En Venezuela nos quedaron 3 días para que recuerden lo Venezolanos que somos:
El 12 de abril
El 5 de julio
El 24 de diciembre donde todos a la misma hora y casi en la misma mesa liberan lasos empíricos y hojas envueltas esconden lo poco que nos queda (la hallaca) aunque sea solo un día.
En el momento donde comenzó ese choque cultural hubo mucha repugnancia hacia los hábitos indígenas lo que llevo a un caos de hambre en principios de la conquista, se vieron innumerables casos de coprofagía inaceptables para cualquiera que tuviese cordura con el tiempo y pasar los años, nuestra gastronomía cada vez vio llegar mas productos nuevos a un costo altísimo que pocos podían pagar.
Con las mejoras de la comunicación de un país con otro y con el nuestro llegaron también nuevos habitantes, capitalistas y esclavos, incluso también animales; con ellos cada ves más ingredientes y tradiciones que nos hicieron re-escribir hasta las manera de hacer nuestros bollitos de maíz.
Ya en el siglo XVII poblada nuestra provincia comenzamos a ver las recetas que producto de una mezcla y adopción de costumbres comenzamos a hacernos Venezolanos por el echo de comer bollitos rellenos, casabe, cultivar cacao, trabajar el papelón y sus derivados, la creación de tortas, sopas, pastelitos que aun hoy buscamos afanadamente por cocinarlos nuevamente con la ayuda de un mito, la sabiduría de la abuela y una receta amarillenta que la olvida el tiempo pero todo esto es para saber de porque somos lo que somos y porque somos lo que fuimos.
Con el pasar de los años y la llegada de cada ves mas extranjeros y costumbres al país muchos de nosotros siempre guiados por la cautividad cultural comenzaron a querer lo ajeno y olvidar lo nuestro; por eso hoy en día amamos tanto el disfrutar del comer… el problema es de que olvidamos lo que comíamos inclinados con la ayuda de un presidente por querer recrear en Venezuela una pequeña Francia, otro una Italia y uno ayudando construirnos la península ibérica. Gracias a esto hoy nuestro horizonte gastronómico se ve repleto de platos que todos preparan pero que no saben comer.
Con el pasar de las décadas asimilamos perfectamente esas ruines franquicias De hamburguesas y papas fritas, restaurantes de comidas asiáticas que ni el nombre entendemos, paellas condimentadas de ego y pastas, risottos que todos con afán hacen.
Si miramos hacia atrás de toda esa mezcla que nos hizo comer sopas que imitan una hallaca, muchachos que se robaron el sabor de los ingenios (trapiches) y esos panes tan sencillos pero nuestros que tienen yuca y el otro tomo prestado el maíz entonces…
¿Qué nos quedo?
Nos toco Buscar los mitos, la ayuda de la abuela, y la hoja ya marrón para adular tener gastronomía “saludable “
En Venezuela nos quedaron 3 días para que recuerden lo Venezolanos que somos:
El 12 de abril
El 5 de julio
El 24 de diciembre donde todos a la misma hora y casi en la misma mesa liberan lasos empíricos y hojas envueltas esconden lo poco que nos queda (la hallaca) aunque sea solo un día.
escrito por: Gabriel Castañeda.
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