viernes, 24 de febrero de 2012

El savoir faire de Thierry Bamas:


Reconocido como el "Mejor Obrero de Francia" del año 2011, el maestro pastelero -en su primera visita a Venezuela-, dejó recetas y un dulce sabor entre los aficionados a la repostería

por ADRIANA GIBBS | DOMINGO 19 DE FEBRERO DE 2012

Adolece de la arrogancia que suele caracterizar a algunos franceses. Sencillo en sus maneras, Thierry Bamas no luce jactancioso, ni por el hecho de haber sido distinguido como el "Mejor Obrero de Francia" del año 2011, galardón que recibió de las manos del propio presidente de ese país, Nicolas Sarkozy. Además, este maestro pastelero fue Campeón Mundial en la categoría de Postres Helados en el año 2010 en Rimini, Italia; resultó ganador del Master Postres Helados en el Salón Europain del año 2008, así mismo del Trofeo Louis Berger 2005 y ha tenido el honor de pertenecer al equipo de Francia en la Copa del Mundo de Pastelería. 

Bamas vino a Venezuela para el Programa de formación en pastelería francesa, organizado por la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura Venezolano Francesa. Durante cinco días, entusiastas profesionales y aficionados de la repostería en Venezuela asistieron a sus cursos Formación Prestige, enfocado en la producción de galletas, cremas ymousses; Chocolatier Privilège, dirigido a aquellos que quisieron especializarse en postres de chocolate; y Horizon Voyage, centrado en tartaletas, pasteles y bizcochos.


Su historia
Aunque los padres de Thierry Bamas no querían que se desarrollara como pastelero, más pudo la obstinación del joven aprendiz, quien a los 18 años descubrió su pasión por el oficio en la provincia francesa de Saint-Maximin (Var). Se formó, insistió en lo dulce, con el deseo de darle continuidad, de alguna manera, a los maestros que para él han sido importantes en el desarrollo de la pastelería francesa. "El líder es Gaston Lenôtre, él formo a Pierre Hermé y otros pasteleros. Le dio delicadeza a este arte combinando técnicas, texturas y sabores. Esto permitió a nuestra pastelería proyectarse como arte culinario en su totalidad", afirma.

Su esposa se dedica a la cocina. "Sylvia forjó, en buena medida, mi paladar. Es cocinera y quien permanentemente degusta mis elaboraciones; ya son más de 20 años dedicados a la pastelería, el arte del azúcar y del chocolate". 

Hoy conduce dos pastelerías llamadas Bamas. "Ambas exigen buena parte de mi tiempo. De cada una, salen entre 100 y 150 pasteles diarios; 50 grandes tortas, 35 litros de helado y entre 15 y 20 kilos de chocolate". 

Aprecia en grado superlativo al cacao venezolano. "Tiene mucha dulzura, es contundente y posee notas aromáticas excepcionales. Para mí es un gran placer y honor poder trabajar con este producto".

De hecho, el cacao fue uno de los ingredientes protagonistas en los cursos que impartió acá. "Para mí ha sido un descubrimiento. Conocí a pasteleros y aprendices talentosos y muy interesados en esto. Creo que en Venezuela hay gran necesidad de conocimiento de la pastelería francesa profesional; observé que están haciendo una repostería muy azucarada, un tanto pesada. Creo que este taller les encaminará a elaboraciones más suaves y delicadas; esta es la tendencia que toma auge en el mundo".

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