miércoles, 5 de marzo de 2008

Comida clonada:


Animales clonados para alimentación La clonación es una realidad que nos envuelve desde que, en 1996, la oveja Dolly se convirtió en protagonista y emblema de ese proceso. Ahora las derivaciones de tal hecho tocan a la puerta de nuestras cocinas y nos serán ofrecidas para degustarlas y procesarlas en nuestros aparatos digestivos. Estados Unidos y la Unión Europea dieron hace pocas semanas el visto bueno al consumo de carne y leche de animales obtenidos mediante la técnica de la clonación. La ingesta de estos productos sería segura para las personas, puesto que sus efectos para la salud humana no se diferencian de los de los productos originales y tradicionales. Un estudio de 970 páginas, realizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos norteamericana (FDA), alude a la carne y la leche de origen bovino, porcino y ovino, así como a los productos de cualquier otra especie, siempre que no provengan del animal directamente clonado. Uno de los aspectos más debatibles es que la FDA no considera necesario un etiquetado especial para los productos derivados de animales clonados. Se limita a aceptar que cuando el alimento no procede de este origen, los productores lo señalen en el empaque. Opositores de las decisiones aprobatorias de los animales clonados para fines de alimentación evalúan actualmente medidas legales en todo el mundo. Expertos europeos han puesto en duda que sea ético clonar animales con ese propósito. Reconocen que puede haber razones económicas, pero argumentan que para muchas personas puede ser éticamente inaceptable. Opiniones divergentes en la sociedad y distintas creencias religiosas conducen al dilema de si los animales son sólo un instrumento más para satisfacer los caprichos y necesidades del hombre. Este grupo de expertos en bioética, en un documento entregado al presidente de la UE, José Manuel Durao Barroso, llama a considerar los sufrimientos y problemas de salud, tanto del animal a partir del cual se hace la clonación, como de los clones. Somos los consumidores, al final de cuentas, quienes tenemos la última palabra sobre comprar o rechazar estos productos, ingerirlos o no y darlos o no de comer a nuestros familiares y niños. No obstante, queda una preocupación en el aire … Cómo saber si es producto de la clonación o no lo que te servirán en el restaurante.


articulo sacado de la pagina:
http://www.cocinaabierta.com/

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