El titulo de este post bien podría llamarse “Cuando el Chef se convierte en Dictador” o también, “Yo soy el mejor, y mejor que el mejor”. Pero hablemos con más propiedad y menos corazón. Cierto es que muchos restaurantes piden este requisito para poder entrar, véase Zalacain, incluso los casinos lo piden, por ejemplo el de Madrid-Torrelodones. Y que conste, antes de seguir, que yo no quiero crearme enemigos en el mundo de la restauración, pero es que algunos parecen que buscan la polemica como metodo de publicidad.
¿Qué pasaría cuando alguien se auto nombra como el más transgresor? Pues que si es transgresor y lo demuestra en la cocina y lo demuestra en el servicio de sala, todo correcto y nada resulta raro. Pero si resulta que al final aplica técnicas a su restaurante que se utilizan en los restaurantes más viejos y con menos glamur, parece que lo de ser el más transgresor se queda en el felpudo de su casa.
Cuando yo estudiaba restauración en la Escuela Superior de Hostelería de la Comunidad de Madrid (llamada también, “Escuela de la Casa de Campo”) me resultaba casposo, viejo, carca, antediluviano, antiguo, arcaico, y todos los sinónimos que se os ocurran, el hecho de que los chicos que tuviesen pelo largo se lo tuvieran que cortar, las chicas recoger. El hecho de utilizar chaquetillas “francesas” para el servicio, y ya no digamos el tema piercing, o tema perillas, bigotes y mostachos. Y siempre me prometí a mi mismo abandonar ese tipo de tendencias que olían a naftalina. Pues bien, ¿bajo qué pretexto un nuevo y glamuroso centro de arte culinario exige la chaqueta como indumentaria para poder entrar?
Sergi Arola, despues de dejar La Broche, ha abierto Sergi Arola Gastro. Y entre las muchas novedades se encuentra el hecho de la exigencia de usar chaqueta para poder entrar. Que guay y que transgresor resulta esto. Bajo las explicaciones que da en Blog, Sergi Arola dice que no es una norma, ni un protocolo, si no un acto de galantería.
Como no persigo que me inviten gratis a comer o cenar en los restaurantes, y mucho menos a restaurantes de este tipo, que no dejan de ser tristes y decepcionantes imitaciones de El Bulli, intento explicar a través de estas líneas lo triste que me siento por ver que el egocentrismo se apodera la gente, y de cocineros se piensan ahora que deben ser Gurús de la moda y de las nuevas tendencias de como vestirse.
Yo porque no me siento con el valor suficiente, que si no iría a cenar con chaqueta, pero solo con la chaqueta. ¿Volveremos a épocas de Emilio Aragón? ¿La gente vistiendo americanas con zapatillas de deporte? Si, creo que es eso. De hecho Sergi Arola se siente un poco Emilio Aragón cuando dice en su blog “mi atuendo era una americana de tres botones de color azul marino, que escondía una camiseta del CBGB, unos vaqueros y unas “converse all star””. Chapo por la nueva tendencia de moda creada por Sergi Arola.
Huyamos de imposiciones absurdas. Si queréis ir a comer a la calle Zurbano, iros a Summac. Seguro que coméis mejor.
¿Qué pasaría cuando alguien se auto nombra como el más transgresor? Pues que si es transgresor y lo demuestra en la cocina y lo demuestra en el servicio de sala, todo correcto y nada resulta raro. Pero si resulta que al final aplica técnicas a su restaurante que se utilizan en los restaurantes más viejos y con menos glamur, parece que lo de ser el más transgresor se queda en el felpudo de su casa.
Cuando yo estudiaba restauración en la Escuela Superior de Hostelería de la Comunidad de Madrid (llamada también, “Escuela de la Casa de Campo”) me resultaba casposo, viejo, carca, antediluviano, antiguo, arcaico, y todos los sinónimos que se os ocurran, el hecho de que los chicos que tuviesen pelo largo se lo tuvieran que cortar, las chicas recoger. El hecho de utilizar chaquetillas “francesas” para el servicio, y ya no digamos el tema piercing, o tema perillas, bigotes y mostachos. Y siempre me prometí a mi mismo abandonar ese tipo de tendencias que olían a naftalina. Pues bien, ¿bajo qué pretexto un nuevo y glamuroso centro de arte culinario exige la chaqueta como indumentaria para poder entrar?
Sergi Arola, despues de dejar La Broche, ha abierto Sergi Arola Gastro. Y entre las muchas novedades se encuentra el hecho de la exigencia de usar chaqueta para poder entrar. Que guay y que transgresor resulta esto. Bajo las explicaciones que da en Blog, Sergi Arola dice que no es una norma, ni un protocolo, si no un acto de galantería.
Como no persigo que me inviten gratis a comer o cenar en los restaurantes, y mucho menos a restaurantes de este tipo, que no dejan de ser tristes y decepcionantes imitaciones de El Bulli, intento explicar a través de estas líneas lo triste que me siento por ver que el egocentrismo se apodera la gente, y de cocineros se piensan ahora que deben ser Gurús de la moda y de las nuevas tendencias de como vestirse.
Yo porque no me siento con el valor suficiente, que si no iría a cenar con chaqueta, pero solo con la chaqueta. ¿Volveremos a épocas de Emilio Aragón? ¿La gente vistiendo americanas con zapatillas de deporte? Si, creo que es eso. De hecho Sergi Arola se siente un poco Emilio Aragón cuando dice en su blog “mi atuendo era una americana de tres botones de color azul marino, que escondía una camiseta del CBGB, unos vaqueros y unas “converse all star””. Chapo por la nueva tendencia de moda creada por Sergi Arola.
Huyamos de imposiciones absurdas. Si queréis ir a comer a la calle Zurbano, iros a Summac. Seguro que coméis mejor.
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